Por qué el mantenimiento del aire acondicionado es clave para su buen funcionamiento

Por qué el mantenimiento del aire acondicionado es clave para su buen funcionamiento

El aire acondicionado es como ese invitado silencioso que solo recordamos cuando falta. En verano, cuando las olas de calor convierten las ciudades chilenas en hornos improvisados, el aparato se vuelve protagonista. Pero detrás de su aparente sencillez —un botón, un flujo de aire frío— se esconde una maquinaria que exige cuidados constantes. El mantenimiento no es un capricho técnico: es la diferencia entre un aliado confiable y una fuente de problemas.

El aire acondicionado como síntoma de un país más caluroso

Chile se enfrenta a temperaturas cada vez más extremas. Los registros de la Dirección Meteorológica muestran que las olas de calor se han multiplicado en frecuencia e intensidad en la última década. En Santiago, los veranos superan con facilidad los 35 grados, y en ciudades del norte la sensación térmica puede ser aún más sofocante.

En ese contexto, el aire acondicionado dejó de ser un lujo para transformarse en una necesidad. El problema es que muchos hogares y oficinas lo instalan sin pensar en lo que viene después: el mantenimiento. Y ahí comienza la paradoja. Queremos que funcione como un reloj suizo, pero lo tratamos como un electrodoméstico cualquiera.

Qué significa mantener un aire acondicionado

El mantenimiento no es solo limpiar un filtro. Es un conjunto de acciones que garantizan que el equipo funcione de manera segura, eficiente y duradera. Entre ellas:

  • Revisión de filtros y serpentines: acumulan polvo y bacterias que afectan la calidad del aire.
  • Chequeo de niveles de gas refrigerante: un nivel bajo reduce la capacidad de enfriamiento y aumenta el consumo eléctrico.
  • Inspección de conexiones eléctricas: evita sobrecargas y riesgos de incendio.
  • Limpieza de bandejas de condensado: previene la proliferación de hongos y malos olores.

Un técnico certificado puede detectar problemas invisibles para el usuario común. Un ruido extraño, una vibración mínima o una caída en el rendimiento suelen ser señales de que algo no anda bien.

Beneficios del mantenimiento preventivo

AspectoSin mantenimientoCon mantenimiento
Consumo eléctricoAumenta hasta un 30%Se mantiene estable
Calidad del aireRiesgo de bacterias y polvoAire limpio y seguro
Vida útil del equipoSe reduce drásticamentePuede extenderse más de 10 años
CostosReparaciones frecuentes y carasGastos controlados y previsibles

El impacto en la salud

El aire acondicionado no solo regula la temperatura: también influye en la calidad del aire que respiramos. Filtros sucios pueden convertirse en reservorios de bacterias y hongos, generando problemas respiratorios. En hospitales y colegios, el mantenimiento es un asunto de salud pública.

La Superintendencia de Electricidad y Combustibles ha advertido que los equipos mal mantenidos pueden provocar riesgos eléctricos. Y el Ministerio de Salud recomienda que los sistemas de climatización en espacios públicos sean revisados periódicamente para evitar contagios de enfermedades respiratorias.

El costo oculto de la negligencia

No mantener un aire acondicionado es como dejar un auto sin cambio de aceite. Funciona un tiempo, hasta que se detiene de golpe. El costo de reparar un compresor dañado puede superar el 40% del valor del equipo. Y en muchos casos, la reparación no garantiza que el aparato recupere su rendimiento original.

El gasto energético también se dispara. Un equipo sucio necesita más esfuerzo para enfriar, lo que se traduce en cuentas de electricidad más altas. En un país donde la energía no es barata, ese detalle se convierte en un golpe directo al bolsillo.

Punto de vista cultural

El mantenimiento del aire acondicionado refleja una actitud cultural frente al cuidado de los objetos. En Chile, solemos pensar que mientras algo funcione, no necesita atención. Es la lógica del “si no está roto, no lo toques”. Pero esa filosofía choca con la realidad de los equipos de climatización, que requieren prevención más que reacción.

Consejos prácticos para usuarios en Chile

  • Revisar filtros cada mes en verano.
  • Contratar servicios técnicos certificados al menos una vez al año.
  • Evitar instalar equipos en lugares expuestos directamente al sol.
  • No usar extensiones eléctricas improvisadas: el aire acondicionado necesita una conexión segura.
  • Observar cambios en el rendimiento: si tarda más en enfriar, es señal de que algo falla.

El desafío para Chile es doble: enfrentar veranos cada vez más extremos y aprender que el mantenimiento no es un gasto, sino una inversión. Porque al final, lo que está en juego no es solo la frescura de una habitación, sino la tranquilidad de saber que el aire que respiramos y el equipo que nos protege están en condiciones óptimas.

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